La disposición de los lodos provenientes de un proceso de tratamiento de aguas suele pasar previamente por tres etapas: acondicionamiento, espesamiento y deshidratación.

La primera etapa generalmente involucra la adición de productos químicos que propician la aglomeración de sólidos y la liberación de la mayor cantidad del agua posible, para mejorar la eficiencia de las etapas posteriores.

La segunda etapa consiste en la concentración de lodos delgados a lodos más densos, por gravedad o por flotación, en cámaras de reacción diseñadas para este propósito. De esta etapa, los lodos son enviados por bombas neumáticas o por bombas de cavidad progresiva a la etapa de deshidratación.

Para la tercera etapa existen diferentes tecnologías, entre las cuales se encuentran: filtros de banda, filtros prensa, decantadores centrífugos, prensas de tornillo, prensas rotativas, etc. En esta etapa los lodos pueden alcanzar una concentración de sólidos del orden del 35%.

La selección de la tecnología, el diseño del proceso combinado y el grado de deshidratación de los lodos dependerán del tipo de lodos que se quiera tratar, ya sean lodos biológicos primarios o secundarios, físico-químicos, aceitosos, etc.

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